miércoles, 25 de mayo de 2011

Chancho Limpio, No Engorda.

La bandera y el cerdo alado, la camisa a rayas, y la mirada sobria que atada de un hilo invisible va directo hacia el infinito, una manzana a punto de ser finamente devorada.
Una mixtura de ideas que soslayan  un deseo abnegado de ser varias cosas en una.
De ser un cerdo señor, de llevar puesta una camisa elegante y bien planchada, aún teniendo las narices amplias y poco delicadas.
Sin olvidar el dicho materno que repite la metáfora popular que un chancho limpio no engorda.

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